
Nos han preguntado muchas veces cómo nos conocimos, cómo fue el momento “flechazo”, qué sentimos y cómo arrancó todo. Pues bien, una vez más contaremos cómo fue todo, pero esta vez a punto de decirnos el “sí quiero”.
En cuanto la vi, supe que éramos el uno para el otro, nos abrazamos, lloramos de emoción, por fin, habíamos encontrado el amor de nuestras vidas. Esto sería la perfecta historia de amor - pensé yo, el NOVIO, en cuanto vi a esa chica monísima, gritando mi nombre.
La realidad es que nos conocimos en una fiesta, yo recién salido de una relación y ella, la NOVIA, ennoviada. Yo pensé: "¡Qué suerte tienen algunos!", "Ojalá algún día pueda estar con alguien como ella", sin embargo, no era el momento. Nos despedimos, resaca al día siguiente y vacaciones de verano, ¡la combinación perfecta para tener el tiempo suficiente como para seguir pensando en la NOVIA!, aunque todo era imposible en ese momento.
Un mes después, coincidimos en la universidad. Las cañas después de clase se convirtieron en la excusa perfecta para pasar tiempo juntos. Un día, me armé de valor y le confesé lo que sentía. Aceptó, pero no duró mucho. Nos distanciamos, aunque algo nos seguía uniendo. Cuatro meses después, la novia me dijo de quedar para hablar. ¿Para hablar? – pensé - ¡Si ya está todo hablado! Pero ahí nos encontrábamos de nuevo, una noche confusa, delante de una de esas cañas que tanto nos gustaban al principio. Se puede decir que allí empezó todo.
¡No me lo podía creer! Estaba con la chica que me hacía feliz y todos aquellos planes de los que un día hablamos se empezarían a hacer realidad. Desde entonces, hemos vivido momentos preciosos, creando nuestras propias tradiciones y compartiendo locuras. Empezamos a construir un hogar, rescatando muebles y creando, por fin, nuestra vida juntos.
Y aquí nos encontramos, seis años después, preparando con muchísimo cariño nuestra boda, un día que queremos recordar junto con todos vosotros. Si algo hemos aprendido estos años es que nada es difícil, pero con cariño, ilusión y mucho amor todo llega.
-Pepe




